Marruecos continúa consolidando su posición como un actor estratégico en la cuenca mediterránea, impulsando sectores clave como el turismo y la automoción dentro de una visión de desarrollo coherente, sostenida y ambiciosa. Gracias a una política industrial firme y orientada a la competitividad, el país se ha convertido en uno de los principales productores y exportadores de vehículos de la región, atrayendo a grandes grupos internacionales y desarrollando capacidades locales con alto valor añadido, especialmente en áreas como la automoción eléctrica y los componentes industriales.
Paralelamente, el sector turístico marroquí ha experimentado una transformación notable. Con una estrategia nacional centrada en la inversión, la innovación y la sostenibilidad, Marruecos ha logrado posicionarse como un destino turístico de referencia en el norte de África, diversificando su oferta y fortaleciendo su conectividad con Europa y otros mercados internacionales. Esta reinvención del modelo turístico refleja el compromiso del país con el desarrollo sostenible y la atracción de nuevas oportunidades de negocio.
Estos avances son el resultado de un modelo de desarrollo basado en la estabilidad macroeconómica, la mejora continua del clima empresarial y una apuesta decidida por la inversión en infraestructuras estratégicas. Marruecos se perfila así como una plataforma regional para la producción, la logística y la inversión, reforzando su papel como puente económico entre Europa, África y América. Su capacidad para combinar crecimiento económico con transformación estructural lo posiciona como un referente emergente para inversores, empresas y actores institucionales.